Pasaron muchas cosas en estas semanas.
La muerte de Ricardo Piglia. La de Zigmunt Baumann.
Hubo persecusiones a los manteros en Once y represión sangrienta a los mapuches en Chubut.
Meryl Streep se refirió a una burla de Donald Trump, y él reaccionó insultándola.
En fin , las agachadas del destino llevándose a valiosos y los abusos de los poderosos necios.
Y se fue Luthien.
Que había venido a alegrar nuestra vida hace años, pero que se quedó siempre cachorra.
Que me enseñó lo que era despertar con alegría, recibir con entusiasmo, acompañar con lealtad.
Que me esperaba al término del trabajo del día, para la sencilla celebración de salir al jardín a ver pasar la vida.
Que festejaba cada paseo por el barrio con entusiasmo irrefrenable.
Que nos miraba con una devoción capaz de obligarnos a ser mejores personas.
Y que nos deja en el dolor y añoranza de su presencia luminosa.
21 dic 2020
11 enero de 2017
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