Del amor De sus diversas formas
El intento de preguntar sobre el amor: qué es, cómo se expresa, qué nos aporta, persiste. Y aunque podemos aproximarnos, sigue teniendo sesgos inasibles.Qué se espera de él? se espera lo mismo y lo diverso.
-Mónica decía que en el amor deseaba solo compartir el cine, pasear de la mano. Tenía toda la madurez aquilatada en experiencias.
Y él: más joven y aun en sus principios, deseaba una mujer, hijos, un perro. Mónica ya lo había tenido, él no. Eran diferentes necesidades. A pesar del amor.
-Un caballero anciano, bajo, calvo y gordito, como versión masculina de la abuelita de Twiti, esperaba en la puerta, mientras yo también aguardaba. Los dos hasta que bajaran a abrirnos. Una mujer con físico de vedette, pelo largo ensortijado, actitud entre afectuosa y desenfadada, salió a recibirlo. Mujer que es una bella travesti. Entraron juntos. Se los veía tranquilos y contentos. ¿Quién puede designar qué los unía?
-Y Estela, al fin de humillaciones. sintió que podía ponerse de pie. Y hablar, y preguntar también, pese a lo elusivo del compañero. No iba a aceptar más evasiones. No iba a aceptar más invasiones. Poniendo límites. Encontró la manera de hacerlo. El objetivo de lograr recuperar su calma, su tiempo y energías, venía ligado a la tarea de poner fin a una relación que la parasitaba. Llamaba a esta tarea de “Desdiogenización”, contando con que Diógenes es el nombre del caballero.
-Y Silvia, después del encuentro con el hombre con el que compartieron un par de salidas, pensó que daba para hablar de lo que esperaban. Él le dijo que quería encontrar alguien con quien conversar, que le preparara un guiso, o una sopa. Y ella, quería otra cosa. Después de TANTOS años de trabajo, al mismo tiempo que las tareas de crianza de hijos que ya eran grandes, esperaba poder viajar por el mundo, libre ya de cargas. Así que hizo algo ante la propuesta del caballero: huyó despavorida.
-En cambio Diana, sobrellevaba su lugar de sostén del nihilista, aceptando el rótulo de “resctadora de fracasados urbanos”, en la esperanza de un cambio que no se daba.
-Tan lesivo como aquel que planteaba: “No te puedo dejar, chica de corazón de piedra, desalmada, pero…”
Y no son todas estas formas diversas de búsquedas que tienen en común la necesidad de un encuentro donde el afecto vaya pivoteando entre la pasión y la ternura?
Sí, ya se. Hay maneras y maneras de ser mujer. ¿De qué dependen? De poder amarse y respetarse.
Algunas no pudieron apropiarse de sí mismas y vivieron enajenadas. Hubo quien, devaluada su autopercepción no supo-pudo cuidar de sí. Y llega a anciana como abuela infantilizada que suscita compasión o burla.
Otras llegaron a desplegar un poder que las situó poderosas, capaces de ordenar la vida familiar en torno. No necesitaron del espejo mágico para verse en plenitud y magnificencia. Aquella anciana que después de los avatares podían sostener: “confieso que he vivido”.
Llegadas a los 90, y en autonomía para tomar decisiones participaron y participan de las celebraciones y de los duelos como reinas en ejercicio de su jerarquía. La más audaz que conocí tenía el nombre más significativo para lo que quiero expresar: se llama Ídola, y por supuesto hace honor a él. Alguien que se llamó así desde la cuna, no puede menos que portar la dignidad a la que remite semejante nombre.
Otras hicieron de la belleza la excusa para no esforzarse en otras direcciones que no fueran la “conquista del mejor partido”, como excusa de su estar en el mundo. Esa ha sido la mayor barrera para mujeres, que no pusieron en marcha otras de sus capacidades. Que renunciaron a seguir estudiando, o al trabajo que amaban, para instalarse en el rol de complemento del protagonista que significó su historia como “señora de”.
Pero convengamos, esa designación de “señora de” provee un lugar, pero también despoja: No es igual el compromiso asumido consigo mismas, si la valoración viene prestada.
La cuestión de la lealtad. Diferentes lugares para un mismo conflicto.
Suelen ser las mujeres las que quedan más capturadas afectivamente en vínculos amorosos, tanto dentro de la conyugalidad, como en relaciones que empiezan al margen de la misma. Esto es, que se plantean en principio como descomprometidas, pero en las que se involucran por meses, por años, dejando en suspenso sus propios deseos, en términos de un proyecto más completo y más complejo (que incluya la posibilidad de hijos, por ejemplo).Esto es, que lo que comienza como una aventura entre un hombre y una mujer, suele tomar una mayor relevancia para ella.
Las más frecuentes han sido reflexiones como la de Elena, que tomó dimensión de su inscripción, en la vida del hombre con el que durante mucho tiempo tuviera una relación amorosa. Fue conflictiva para Elena, cuando ella lo llamó una vez, y la arrasó el insulto de una voz femenina del otro lado: “Dejá de molestar perra caliente, que acá hay una familia”. (La esposa?La hija?) Allí supo que él podía vivir en la ambigûedad, y ella decidir si seguía aceptando o no el lugar de los márgenes.
Lealtad que hizo que Mariel, en una situación equivalente se planteara. “Si él tiene pareja, me estoy comportando como una puta, porque él está engañando a alguien, y yo soy cómplice de ese engaño”.
Ella había enviudado años atrás, también desde el lugar de la esposa que había sido, se le plantean ambivalencias. Si bien lo sospechaba, después que él muriera, cuando Mariel confirmó que su esposo había mantenido otra relación amorosa, y la mantuvo aún cuando ya estaba muy enfermo, esa certeza la llevó a una retaliación tardía: nunca más visitó su tumba. Y esto nos lleva al tema de los duelos y su diversidad.
Lealtades excepcionales y Duelos
Supe de alguien que suscitó afectos tan fuertes y leales como para admirar.Juan, y Aldo su pareja por mucho tiempo, había preservado una relación cordial después de la separación. Ese compañero: Aldo fue el que cuidó (con su pareja) a Juan, años después, luego de una complicada cirugía y durante la larga convalescencia.
Con Mario la otra pareja de Juan, también se conservó un vínculo amistoso luego de separarse. Al punto de que Mario, acordó con su compañero en una nueva relación, designar a Juan como heredero de los bienes de ambos.( en caso de fallecer los dos)
Griselda se despertó y se dio vuelta para contarle al marido lo que había soñado. Pero él no estaba, había muerto poco tiempo antes.
Y Rafael se detenía en el recuerdo de haber podido cuidar de su esposa. Que ella solo aceptaba de él la asistencia en la intimidad. Eso, lo ayudaba a soportar el dolor de la falta de ella, cuando falleció. Fue un vínculo en que ambos habían permanecido ligados por muchos años y que pudo sostenerse en el infortunio de la enfermedad, hasta que la muerte los separó.
He escuchado el relato de las miradas de despedida emocionada de quienes se van: de Héctor a Hilda. De Cristina a Raúl. Relatos que siembran la idea de la fuerza de algunos lazos en el momento de prueba.
También hubo quienes contaron cómo deseaban morir. Ana: “Haciendo el amor”, Mónica: “Danzando”.
Cuestiones amorosas
Sobre la diversidad en los modos de conquistaDesde aquel “Quiero instaurar mi presencia en vos”, a modos clásicos “Tomamos un café” se dan diferentes maneras, pasando por modos abruptos o bizarros.
Ana (docente universitaria) fue abordada por una alumna de cabello azul y piercings. Perturbada por el hecho lo consultó con su director de tesis. Eso fue lo más cercano a la conquista amorosa que había vivido. Y lo peor es que no supo cómo actuar.
Analía relataba que la única vez en que Leo, su esposo, tomó categóricamente la iniciativa para comenzar la relación fue “...no porque estaba muy motivado, sino porque estaba en pedo..., pero luego me conquistó con su capacidad para escribir poesía”.
Transcursos de los vínculos
Miguel decide irse de su casa, después de dudar, y no tiene decidido qué hacer. Solo no desea seguir la convivencia. No puede explicárselo.Dora plantea que siente que está casada con el hombre de su vida. La convicción se acentuó después de cursar las alternativas de un tratamiento en que él fue irradiado y debieron estar separados. Pero dice : “Sucede que con el otro todavía tengo piel”.
Ellas también dicen: “Él me mató”. Diana, artista plástica, porque devaluó sus cuadros. Paula porque él la echó de la casa, que tenían en común. El efecto letal del vínculo se hace visible.
Otra dice del marido y el amante: “Son dos lobos, uno en la casa y el otro afuera”.
María Julia: “Dice que no hago nada, pero es por su perfeccionismo”
Paula: “Dice que no soy nadie. Es porque no me puede encajar en su rompecabezas como una pieza que ajuste con las otras (su familia de origen que sigue siendo prioritaria)”.
Relaciones Descomprometidas
Eva relata: Para cerrar una conversación en donde no había un proyecto para volver a verse (y la otra persona no importa) solía decirse: CUIDATE. Antes se podía usar en ese sentido: NOS VEMOS, cuando en verdad no se planteaba para nada el volver a verse.En pacientes que inician relaciones con hombres comprometidos, suele suceder, sobre todo en mujeres adultas, que la expectativa de que con el transcurso del tiempo, ellos decidan terminar la relación previa, conduce a frustraciones. No es frecuente que suceda. En cambio es más frecuente que sean las mujeres las que apuestan a una continuidad, dando al vínculo una relevancia que no es igual para su partenaire.
Cuando entra la Sexualidad Erotismo y sexualidad
Sobre las dificultades del encuentro sexual, por falta de deseo Ema asocia con la forma en que el padre se perturba ante las escenas eróticas en la tele. Cuando estuvo con su madre viviendo en una comunidad evangélica, les tapaba los ojos a los niños en las escenas de besos.El erotismo suele ser difícilmente discernible de los sentimientos amorosos en la mujer. Pocas veces asumidos y legitimados fue excepcional que se refirieran al tema, a la importancia de la sexualidad (Rita), y reconocer su fuerza (Eva) que bromeando dice: “ Exhalo esa cosa de sensualidad, saco a pasear mi parte de mujer fatal...eso que exuda hormonas…”
Y operan a veces pulsiones irrefrenables
De Norma cuando se vinculó de un modo nuevo y diferente, en un vínculo homoerótico. Refiere: “Nunca me había sentido así. Ni cumplía con el trabajo. Solo quería estar con ella”.De María con el cirujano que la asistió y con el que inició relaciones sexuales. Llegó a niveles de disponibilidad, subordinando su propio deseo.
A una apasionada María infartada (no metafóricamente, sino en realidad) en medio de una relación sexual.
A Eva que se emborracha, termina en ropa interior y botas altas, vomitando. Se burla de sí misma diciendo: “Esa noche fui un verdadero gato…con botas”
Jorge relata que en su adolescencia leía la revista Padres, para informarse sobre sexualidad. Y que en una oportunidad le explicó a su madre en qué consistía la práctica del cunis linguae, y que ella huyó despavorida! ( Allí lo irrefrenable fue el espanto).
Noemí se refiere a su actual compañero de erotismo, después de muchos años de abstinencia. Dice del vínculo que es pobre, que el sexo es lo único que pueden compartir. Dice: “No es lo que quisiera. Preferiría una relación diferente. Como...si querés canelones y hay ñoquis, es lo que hay…!” (Y con la resignación de quien ha vivido otras pasiones).
También escuché por primera vez, a una denunciante por violación matrimonial, que no obstante, restableció y continuó después la relación con su esposo. Era paradójico que necesitaba de él, irrenunciable en el cuidado de los hijos durante sus estados de pánico.
Erotismo y dinero
Como juegan las cuestiones ruines de ejercicio de un poder, en la restricción de uno y otro: erotismo y dinero. A veces como forma de sutil presión, o de venganza, también de artera negociación. (Andrea y Oscar, Cesar y Estela)La manera más categórica de plantear esto fue: “Cuando cerré las piernas, él cerró la billetera”.
Ana: “Que gaste conmigo!. Si quiere que estemos juntos, que haga algún esfuerzo…”(En una relación ocasional, como forma de pago?)
El erotismo en el dolor
(Marta, Juanjo, Cristian, Marilina, Cotina, Cecilia)Liliana : “Tenía una visión durante la ceremonia del amor, de una serpiente alrededor del cuello. Cada encuentro sexual era angustiante. Sabía que era un traidor pero podía renunciar a verlo, pero me sentía desdichada por ello”.
Silvana: “Por la relación con él, que me tenía fascinada, yo era muy infelíz. No podía mirar a Mary, su esposa, a la cara, que no sospechaba, confiaba en mí y eso me hacía sentir en falta, miserable y desleal a ella, por el engaño”.
Mili: “Sé que él no se va a separar, ella cuidó de su madre inválida…y eso lo obliga para siempre”.
Luciana: “La mujer con que está lo amaba tanto, que renunció a tener hijos, no era paisana. Por esa renuncia, él no la va a dejar nunca”.
Graciela: “imaginaba estar con él, para poder sentir, cuando tenía relaciones con otro. Era el modo de poder llegar…”
En el reencuentro con amigo de la adolescencia (de Gisela) se inicia una relación amorosa y se desata un conflicto grave que lo lleva a un acting automutilatorio. Terminan: él herido y ella espantada.
Respecto a las consecuencias del encuentro ella relata: Los tres, frente a la posibilidad de que me embarazara se retrajeron: D. dijo: “No estoy para criar un chico.” R.: “Te pago un aborto”. Y M. me insultó por el preservativo roto, indignado (!).
El erotismo en el odio
Madre de C.: la empleada de la tienda, era amante del padre. En la planta alta del negocio estaba la casa de la familia. Vivieron en esa cercanía enfermiza hasta la muerte de él.Madre de B.: la socia en la empresa, como amante del padre y parte de la cotidianidad. Cuando envejecieron, el padre cuidaba de las dos, la madre postrada por depresión y la amante en silla de ruedas.
Compartiendo la habitación.
Intimidades
Cómo pensar la exposición de lo privado, en tanto parece atentar contra el romance, pero es patente de confianza? Siempre me asombró conocer mujeres que piden a sus maridos que le tiñen el cabello, o le depilan las piernas.En un caso ella le pidió que hiciera lo recomendado por el obstetra, y que ella no se animaba a hacer: preparar los pechos para la lactancia
El mate
Siguiendo con el tema de la intimidad,para quienes tienen la costumbre de utilizarlo, se suele plantear como ritual de encuentro. Y señal de rechazo cuando hay conflicto, como expresión de disgusto.Aceptar o no como equivalente de reconciliación o de desprecio.
Leonor, Susana, Gabriela, empleado de la EPE
La tecnología
Nuevos modos de interferencia cuando celulares y computadoras se utilizan para detectar trampas.Mensajes en el celular crearon serios conflictos al ser detectados (el esposo de Mariela, el del padre de Julia)
El encuentro de correos en la computadora, que daban cuenta de otra relación, precipitaron una ruptura (Susana)
Conmociones
Le contó que estaba solo, su esposa le confesó que desde hacía tiempo tenía una relación amorosa con un cuñado. Quedó 10 días sentado a la puerta sin poder reaccionar.Ella supo de la relación de su esposo con una compañera. Durante semanas se trasladaba de la cama a la computadora, donde escribió sin parar hasta terminar de pasar sus textos de años.
¿Se puede amar hasta el extremo de llegar a dar la vida por el ser amado? ¿Igual que en el fervor de la militancia de los 70?
Es posible el Compañerismo después?
Eva con Daniel, pero hasta cuándo? “El no quiere compromisos. Ya tiene tres hijos (23, 17, 12) y no está para tener otro hijo, no se puede hacer cargo de otro hijo, primero se tiene que hacer cargo de sí mismo. Pensé que podíamos ser amigos, al excluir lo sexual, compartir otras cosas y ver que no podían ser pareja, con una claridad que antes no tenía”.
Y se que lo que vale es poder reírse en pareja, no solo la pasión. “Fijate: los que se llevan mejor son los que se ríen mucho cuando están juntos”.
Litigio de matrimonios: los que no llegan juntos a viejos
Hubo quienes se felicitaron de separarse: Así dijo Ernesto a Viviana : “Menos mal que no hicimos terapia ! Podríamos haber seguido juntos!”Hubo quienes quedaron con una decepción como Carolina: “No drenó el pus que me quedó en el alma cuando no me acompañó a la cesárea. Ese fue el quiebre. En cambio yo había sentido que podía acompañarlo en su internación, y que dejar todo para estar con él era lo que debía hacer. Me daba una gran paz esa certidumbre”.
Hay quienes continúan relaciones conflictivas , en que se cumple aquello de no poder estar juntos, pero tampoco separados.Se describe esta situación como en “divorcio latente”. Padres Sergio, Hermano de Lili, Amigos Patricia.
Los que terminan juntos
Los dos estaban declinando. En el último tramo. Ella me contaba: “A veces le digo que me deje mudarme a la cama de él, me acerco, lo abrazo y me siento protegida…”Los otros dos ancianos habían encontrado el modo de complementarse. Ella hacía tiempo que había quedado sorda y el perdió la vista. Así que se complementaban y resolvían la cotidianidad sumando sus capacidades: él de oír y ella de ver.
Un matrimonio de abuelos campesinos, había encontrado una manera de reconciliarse: Cuando discutían y él se sentaba a la puerta con la guitarra a rasgarla, con canciones conocidas, ella que sabía entonarlas, se colocaba a su lado y las cantaba. Era la señal de que volvían a estar bien. Cuando él murió, después del velatorio,cuando fueron al sepelio, ella no acompañó el cortejo. Se recostó a descansar,y cuando volvieron del cementerio encontraron que también ella había fallecido.
Los vecinos ancianos de Mónica, él caballeroso levantando la cortina “porque esa no es tarea para una dama” y ella atenta cocinando para él. Con noventa años.
La abuela de Silvia, se despedía de las vecinas cuando se acercaba la hora de la vuelta del trabajo de su esposo: “Vuelve Nicola y se va a bañar.Tengo que ir a restregarle la espalda”.
¿Dependencias recíprocas?
En matrimonios que llevan relaciones prolongadas, la pérdida del cónyuge suele poner en evidencia dichas dependencias.Mónica: “Todo es mi papá.No se sabe que es lo que tiene en la cabeza, porque todo es nombrarlo a él, remitirse a él”.
Stella: “Mientras vivía lo agredía y ahora se la pasa hablando de él. No tiene otro tema”.
Adriana: Cuando el esposo estaba enfermo no aceptaba la posibilidad de internarlo, en la idea de que si lo llevaban de la casa, donde ella lo atendía, no volvería. No aceptó criterios que prescribían la internación para intentar otros recursos. Así, no se le evitaron sufrimientos al paciente. Ella sostuvo el intento de mejorarlo con masajes, calmantes, bolsa de hielo mientras él resistía, pero se agravaba. Su actitud era de negar la situación, aterrada de que lo llevaran, por la dependencia que la dejaría en la orfandad, por no haber desarrollado una mínima autonomía.
La historia más trágica: la de una pareja que terminó en el homicidio de ella y su suicidio cuando ella le planteó que se había enamorado de otra persona.Tenían 32 y 34 años y un hijo de 6. Lo singular es que a los 28 ella había padecido cáncer . El había dicho entonces, cuando supieron el diagnóstico, “Si ella muere, yo me mato”. Ella no murió por su enfermedad, pero él la mató por su confesión, que implicaba no amarlo ya.
Otra pareja vivió toda su vida juntos: desde el Jardín de Infantes, a lo largo de la escolaridad primaria, secundaria. El cursó medicina y ella Idiomas. Se casaron al terminar los estudios y tuvieron tres hijos. Ellos se habían juramentado que si uno de los dos moría, el sobreviviente se mataría. Pero cuando él murió, a los 70 años, ella sintió que no podía cumplir lo pactado: una de sus hijas estaba embarazada, y sintió que le iba a ocasionar un dolor inconsolable, y que además, ella quería vivir el nacimiento de su nieto y lo que viniera después.
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