…escribir un poema después de Auschwitz es una barbaridad que afecta a la conciencia, y al conocimiento que expresa que se ha vuelto imposible escribir poesía hoy. Escribió T. L. Adorno en 1951
D.A. Fuks nos dice hoy
…escribir sobre la Shoa
es incomodidad de la labor amorosa
que testimonia acerca del odio.
Me rezagan, si, algunas dudas
¿Con qué tinta, con qué pluma, con qué vigilia…?
Y en este libro de poemas en que aborda la tarea, nos confrontara con tres temas:
1-Un primer tema lo sitúo en el sentido y valor de la escritura : Jose Pablo Feinmann nos dice “Creo que el dictum de Adorno es extremo, y de aquí su riqueza, su fascinante incomodidad. Creo que se puede escribir después de Auschwitz. Que se puede escribir después de la ESMA. Creo, sobre todo, que se debe escribir después de Auschwitz y la ESMA. Pero, por ahora, ese mandato encuentra más fundamentos en la voluntad que en la razón”.
Y Liliana Mizrahi nos recuerda: “Escribir es una forma de no claudicar. Es nuestra forma de no claudicar”
2-El segundo tema lo pienso en relación a la fuerza de la otredad. Esto es: la vigencia para el uno, del otro. Otredad: palabra que puede ser sublime o siniestra. Sublime o siniestra según el otro sea visto como el enemigo, o el hermano que me sitúa como prójimo-próximo.
3-Yel tercero, el valor del testimonio de quienes sienten que tienen el deber ético de dar cuenta de las memorias y suturar los olvidos.
* * * *
David va a hacer en este libro, escrito desde el amor, un recorrido para recordar a otros que no pueden testimoniar. Porque ya no están. Los Fuks asesinados en la Shoa. Los Fuks asesinados durante la dictadura.
Da cuenta en este escrito, de que esta posibilidad de que él esté, aquí, ahora, vino ligada a la historia de la emigración. “Con la emigración, mis abuelos salvaron su descendencia. Nos nacieron…escribo este libro dedicado a todos ellos, ineludibles intrusos que desasosiegan mi espíritu!”
Los abuelos nos nacieron, cuenta David. Posibilitaron la vida.
Desplegado el drama de la historia, y transcurrida la tragedia, atropellados por la razón de Occidente, la sangre de las pupilas de los Fuks, no se ha secado aún.
Titila en palabras. Insiste en su mensaje.
Los nombres de aquellos que son éste, se inscriben en sus poemas , y se constata la ferocidad de lo acaecido, cuando cuenta el momento en que las plegarias se empinan por sus gargantas, en desventaja con el ritmo del gas o de las paladas de la tierra maldita y nevada
Los nombres se inscriben. La consternación de la muerte como “otra cosa” para Berta en Tarnopol, en Ucrania: una noche sin remisión, la lápida que nadie inaugurará.
Pero contra la muerte está la escritura: Los escritores Fuks amamos lo que debemos: el humor ácido, sostener a la vieja usanza moral el imperativo de deber la deuda de los vivientes…
La escritura como el imperativo de deber una deuda, la deuda de los vivientes.
Advenidos a la vida, y al permanecer en ella, sin comprender el porqué, queda la espera de una misión. ¿Testimoniar?
Por eso afirma David, es preciso decir y decir y decir, como dice quien le arrebata la voz a Dios.
Por eso David dice a Inés, desaparecida en Buenos Aires; …te ofrezco de cobijo, las sábanas homónimas de mi libro, centro licito de memoria y perdurarte en la prórroga del poema para que no te pueda aborrecer el hambre del olvido.
El libro de poemas, como centro lícito de una memoria imprescindible.
Se hable de los Pogroms en Odessa o los Bastones Largos de la Noche, de Auschwitz o de la Esma, hay algo en común: el silencio. Y algo más: aquí y allá, las almas, los nombres, los rostros, las ilusiones convertidos en números. Números tatuados en el antebrazo, números en los registros de la infamia… números…
La memoria sofocada, la amnesia de lo ominoso, callar el llanto al vuelo, sofocar el aire del quejido, volver a morir mutilado del silencio. No es posible aceptar el silencio.
¿Volver a morir en el olvido obligatorio de las buenas conciencias, de las almas bellas, del para qué recordar?
La memoria amamanta alocuciones sumergidas , homónimos del mundo, y el mundo elude a babor y estribor, enmscara a los escondidos una vez más. Una vez más.
El mundo puede eludir, soslayar, enmascarar. Pero este libro de poemas es como una batalla contra el silencio y el olvido.
María del Carmen Marini
20 de octubre de 2015
26 dic 2020
Homónimos 2 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario