Tu amor me constituye
soy la que soy, una obra en pie
forjada mirada a mirada, caricia a caricia.
No cabe imaginar que hubiera sido
sin esa presencia tuya instaurada
¿desde cuándo? y ¿hasta dónde?.
No cabe tampoco imaginar otra vida
porque estás impregna tanto ésta
que se me antoja imposible tu ausencia
en mi piel y en mis recuerdos.
Los días modelados por vos y en vos
en esta historia, son éstos
y ya no pueden ser aquellos.
Y los frutos de mis otras pasiones
son como hijos bastardos
gestados a la sombra y con los restos
de los que fue la gran empresa:
nuestro encuentro y nuestra marcha.
El haber sido elegida,
deseada, recortada
por tu amor, como figura
sobre el fondo de los hechos
me determina.
El haberte dedicado
una constancia sin fracturas
en este largo y ancho
tiempo transcurrido
te define.
Lo que hizo que este amor
tuviera algo
de mortal peligro
y trágico holocausto
fue su fuerza
y su carácter incuestionable
de gran amor en nuestras vidas.
Y lo que hizo
de este amor
fuente de vida,
motor de las luchas que libramos
fue también su fuerza
y su carácter incuestionable
de gran amor en nuestras vidas.
1990
3 dic 2020
Nosotros
Cotidiano
Manejo el auto, rumbo a las oficinas donde entregan los aforos de la patente de este año.
Hoy vence la primera cuota. Siempre me entero a último momento. Ahora la larga cola para retirar, la larga cola para pagar.
El encuentro casual con algún conocido.
Volver rápido. Dejé el almuerzo casi listo.
Luchar para que los chicos coman. No les gusta mucho lo que les preparo. Y enseguida llevar a la nena a la escuela.
El reloj me corre. Las dos manecillas son las botas implacables de un gigante que viene tras de mí con intención de aplastarme.
Luego mi trabajo.
Componer la expresión imperturbable de quien escucha las consultas angustiadas de otros.
El 24 vence el Impuesto Inmobiliario.
El 26 Obras Sanitarias.
A las 12 le toca el antibiótico al nene.
Tengo que recordar a mi hija que lleve la carpeta. Ayer la olvidó...Todavía es chiquita...Primer grado.
Primer grado.
La espalda apoyada en la pared inmensa y gris. Primer día de clase.
Las monjas revoloteando como cuervos en el patio.
Primer día de clase de primer grado...qué miedo, qué miedo...¡¡no tengo que llorar!!.
Si hermana Tercilia, traje el cuaderno...Qué grande es el pupitre...Grande y oscuro...Me pierdo en él.
Si hermana, le diré a mi mamá que me ponga un lazo en el pelo.
Si hermana, le diré que mande la cuota de la cooperadora.
Si hermana, si...
Soy una buena chica, una chica obediente...
Estudio, voy al catecismo.
No, no padre, no beso a los muchachos. Confieso que si, que solo una vez, pero ya no lo haré más.
Si mamá, ya me levanto.
Voy a la escuela. Voy a la biblioteca.
Debo llegar a horario.
Me falta el tiempo.
Voy al trabajo.
Voy a hacer las compras.
¿Qué les gusta a estos chicos?. No tengo mano para la cocina.
Ni ganas.
Ni forma de experimentar...
No mamá, no le digas a papá que no quise comer.
Hijos, no le digan a nadie que se me quemó el arroz. ¡Ya escondo esta cacerola tiznada!
Si mamá, ya sabía que el arroz no se cocina bien en acero inoxidable...pero... Si mamá, ya le cambié los pañales al nene...Tiene la cola paspada?. Bueno, bueno, voy a ver...
No, no se dónde están tus llaves...Tu agenda?. En la mesita rodante...
Hija, tus hebillitas ¿dónde las dejaste?. No hay tiempo de buscarlas...¿Andá con el pelo suelto!.
No, no se dónde está tu disfraz de Batman...fijate en la caja de los juguetes...¿Y el chupete?. ¡Qué se yo!. ¿Vas a dejarme poner la mesa?.
Cruzo la plaza trotando, no hay tiempo para mirar el juego del sol entre las hojas, ni aspirar el perfume de los rosales...
Adivino, más que miro, el cartel sobre el verde. Total, ya se lo que dice:
Prohibido pisar el césped.
Prohibido estacionar.
Prohibido para menores de 18.
Prohibido fumar.
Prohibido el paso.
Prohibido hablar con el conductor.
Prohibido girar a la izquierda.
Prohibido usar la radio después de las 23 horas.
Prohibido!
Prohibido!
Prohibido!
Basta!!!
“Desabrochen el pensamiento tan a menudo como la bragueta”.
¿Sabrán los jóvenes de estos lemas?
¿Sabrán de mayo del 68 en Francia?
Yo tenía...Y ya pasaron trece años...
¿Y sabrán del nazismo?.
¿Y de Hiroshima y Nagasaki?.
¿Y qué?. Yo tampoco tuve tiempo de enterarme bien de lo que estuvo pasando en Nicaragua...De lo que está pasando en Irán...
¡Cómo corre el tiempo...!
Y cómo me corre el tiempo...
Si no me apuro llego tarde...
Si señora, debe haber sido difícil...¡cómo reponerse de la pérdida de un hijo?. ¡Tenía 20 años cuando se lo llevaron?. ¿Esa es su foto?. Ya veo, siempre la lleva consigo...(Siento el corazón más chico, como si sus hipos y sollozas tuvieran un efecto constrictor. Pienso en mis propios hijos).
No mamá, no salimos esta noche. Nos quedamos con los chicos...
Si, te cuento un cuento.
Si, te armo una casita.
Ya voy, ya voy, no puedo hacerlo todo al mismo tiempo...!
¿Qué hacés con el bebé alzado?. Es peligroso...sos chiquita aún...
¿Se te ha caído un diente hija?. ¿¡¿¡Ya!?!?
Vamos a guardarlo debajo de la almohada para que el ratoncito te deje una moneda...
¿Qué quién hizo el sol?. Ya te explico...Hay distintas teorías...Esperá, dejé la canilla abierta y desborda la pileta...¡Llaman a la puerta, fijate quién es!
¡Has perdido tu primer diente de leche!. ¡Cuánto creciste!.
Mamá, tengo manchas de sangre en la bombacha...
No, por favor, no le digas a papá...No le digas a nadie...Yo la lavo, no le digas...
¿Qué me ha pasado?. ¿Qué pasará ahora?. ¿Debo temer?.
Si, te amo...
No, por favor, no, no puedo...
Siento tanto , tanto...
Pero no, no puedo...
Si, quiero. Y prometo amarlo y serle fiel tanto en la salud como en la enfermedad...
Tengo que apurarme o llego tarde.
Primera consulta. El tema parece ser el amor.
Escucho sus dudas: aceptarlo o no. Responderle o no.
Me oigo decir cuando la despido, al mejor estilo “Corín Tellado”:_ Mirá dentro tuyo, preguntale a tus sentimientos, antes de decidir.-
Estoy transgrediendo desvergonzadamente el encuadre que hubiese exigido un silencio impasible. Si mis colegas lacanianos me oyeran, se rasgarían escandalizados sus vestiduras.
Segundo turno. Hace frío. El sol no alcanza a entibiar del todo.
La escucho. ¿Así que no quiere vivir por vivir...?. ¿Qué quiere saber por qué vive, para qué vive?.
Pienso: ¿Y quién no querría lo mismo?. Al fin estamos ocupando distintos lugares y aspiramos a lo mismo...
Este arroz está hecho un engrudo, nunca aprendo a hacerlo bien...
El chiquito tiene temperatura, ¿podés tenerlo mientras busco que darle?. ¿Por qué llora, acá está mamá...ya va, ya va...Tiene cada vez más fiebre...delira...¿qué vamos a hacer?. ¡Cómo quisiera calmarlo!.
Encanezco...ayer lo descubrí...¿Qué haré cuando mi piel se marchite?. ¿Cuándo las líneas de mi cuerpo se ablanden y pierda fuerza y lozanía?.
¡Adios juventud!.
¿Me amás?. ¿Todavía me amás?.
Si, si, ya se, han sido años juntos...
Si, yo tampoco se...
Nunca sabré...
Muchas veces me encontrás desaliñada.
Muchas veces me encontrás hablándole ásperamente a los chicos, llena de impaciencia.
Muchas veces, malhumorada, no te escucho, me doy vuelta y nos alejamos...
¡Qué difícil preservar la magia en medio del cansancio, las corridas y tantas cosas...
Y sin embargo, también pude, alguna vez, sentirme hermosa bajo tu mirada.
Si mamá, el guardapolvo le queda justo a la nena. Lo que le van chicos son los zapatos. El mes entrante le compraremos las botas que eligió.
Si, si señorita, ya canto el himno: “Oíd mortales el grito sagrado...” fuerte, la cabeza bien alta.
Si, Si, tiraré de la cintita de la torta. A lo mejor saco el anillo. ¿Una saca el anillo y tiene buena suerte?.
Si, si, el domingo de ramos consigo las hojas de olivo que mamá quema cuando hay tormenta para atraer la calma. ¿Qué miedo me dan los truenos!. ¿Podrá venir otra vez el Diluvio?. Estoy tan asustada...
Y en la Navidad, ¡qué hermoso el arbolito!. Nace el Salvador...
No, hijo, no es el Salvador porque tenga una escopeta. Es otra clase de Salvador ¿Entendés?.
No entiendo, no entiendo los logaritmos. Si, si, estudiaré más. Debo traer buenas notas, eximirme de todas las materias, lograr un buen promedio. Es lo menos que puedo hacer...
¿Cómo puedo hacer?. Besar.. ¿cómo se besa?. ¿Con la boca abierta?. Pero, y ¿se respira al mismo tiempo?.
Si me gustás mucho.
Pero siento tanta inquietud cuando me abrazás. No, no, tengo miedo.
¿Cómo no temer?.
Si, si, ya se...
¡Ay mi Príncipe Valiente!. En lucha con los dragones insidiosos del tiempo...
Frente a mí, crisálida que en vez de mariposa se convirtió en bruja...Con su marmita de arroz pegoteado, con su tiempo partido por las demandas de otros, con silencio para otros, con palabras para otros...
Si señora, tendremos que poner en palabras lo que siente. Entiendo que es difícil hablar de ello, pero puede ser necesario si queremos encontrar una salida positiva.
Positivo. Acá está el Gravindex. Positivo. ¿Se da cuenta?. Me parece increíble. Y sin embargo, ya es como un pececito flotando en mí.
¿Qué es eso?. ¿Con qué estás jugando?. ¿Qué querés ir a pescar con tu papá?. Si, en los canteros hay lombrices. Te ayudaré a buscarlas, aunque no me gustan, me cuesta, no puedo tocarlas.
No, no, no puedo. No, ...si, me gusta tu piel, la piel de tu cuello, de tu espalda desnuda, de tus brazos alrededor de mí. Recorro tu piel con la punta de los dedos, con mis labios, con mis mejillas...pero, por favor, no sigas. No...es que temo...
Temo cuando te sube tanta fiebre hijo ¿estás mejor?. Dejame besarte, quiero sentirte la frente...Si, aquí me quedo a tu lado.
Si señora directora, presentaré la planificación a tiempo. Yo cumplo. Yo siempre cumplo.
Si , si.. Ya voy. ¿Ahora?. ¡Cuántas cosas!. ¡ Qué cansada estoy!
¿Que te cuente cuándo nos conocimos con tu padre?. No, es un secreto...
En el secreto de nuestra primera cita trajiste una rosa. Era bella, frágil, efímera.
Era la primera vez que recibía algo tan hermoso...Para conservarla más tiempo la puse en la heladera. Cada vez que abría para buscar algo, me encontraba con el espectáculo surrealista de la rosa en su caja transparente, en medio de cosas banales. Y parecía tan absurdo el contraste...Después aprendí que la coexistencia de lo sublime y lo burdo son tan frecuentes...
¿Valió la pena tratar de conservar más tiempo aquella flor?
Yo quería que nuestro amor permaneciese siempre igual. ¿Es acaso posible?
¡No es posible, no es posible hija!. ¿Dónde aprendiste tantas cosas y tan pronto?.
Si las canciones me las has enseñado a todas. Y ya reconocés las letras de tu nombre...
¿Y dónde aprendiste a cruzar así los ojos?. ¿En la escuela?. ¡Qué cómica con esa cara de payasa!. ¡Qué absurda!.
Sí, me he sentido absurda aveces. Y sin embargo, nunca, nunca olvidaré aquel momento bajo el resplandor de la lámpara...Traté de cubrirme avergonzada de mi desnudez. El embarazo redondeaba mi vientre.
Recuerdo tu mirada y tu voz, no se cuál acariciándome más. Y recuerdo como apartaste mis manos y me dijiste: “- ¡Qué linda estás!”-.¡¿¡ ¿Qué linda estás?!?! con mi panza que tu amor convertía en milagro.
Será un milagro la recuperación. Si mamá , iré a acompañarlos. No, no te preocupes, yo los alcanzo en el auto. ¿Cómo sigue papá doctor?. ¿Cómo será el tratamiento?. Si, yo me ocupo...y según siga le aviso...
Le aviso, no me quejo.. solo le aviso, las contracciones son cada cinco minutos.
Debo pensar algo lindo, algo bueno para no sentir tanto el dolor. ¿Ya está!. Era de color muy claro y casi en capullo. La sacó de la planta y me la dio. ¡Ya viene!. ¡Qué intensa!. ¿Se aliviará si grito?. No, no debo gritar, debo estar tranquila...Ya pasa. Es el privilegio de tener un hijo.
¿Qué tengo los ojos brillantes?. Si, me siento hermosa... y el bebé ¿viste como se prende al pecho?.
Sí, puedo darle un turno para el martes. El consultorio queda en la calle...
¿Qué la lucha para no enamorarse le parece inútil?
Sí, tal vez sea así.
¿Qué lo sorprende su mejor relación con todos desde que está enamorado?. Sí, tal vez sea el poder transformador del amor...Quién sabe...
Quién sabe si podemos comprar una casa, ahora que se da esta oportunidad. Si tiene terreno plantaremos un duraznero.
Si hija, podés correr por el parque. ¿Qué dice: “Prohibido pisar el césped”?. No importa, corramos juntas....
La cuota del Banco vence mañana. Si estoy preocupada... No, triste no.
Si, ya sé, no soy tan joven, ni linda, ni brillante. A veces no tengo ganas, y, para colmo, no se cocinar el arroz.
No puedo tenerlo todo.
Ya es bastante con tener cuerda para correr, para ser responsable, para acordarme...
Llego harta.
Consultas desde temprano.
La casa llena de niños, los propios y los otros.
Entro pasando y pisando juguetes desparramados en todas las habitaciones.
Levanto un revolver rojo cerca de la estufa.
Sobre la mesada un Colt azul metalizado me sonríe.
Junto a la bañera, el rifle que dispara corchitos, yace indolente.
Confío en llegar al dormitorio. Apoyada en la mesita de luz, la pistola espacial espera a lanzar rayos y centellas, y una Magnum amenazante se queda silenciosa.
Silencioso, si, así te siento. Y silenciosa también estoy yo.
¡Qué sueño tengo!. Si, ya se...
¡Qué cansada estoy!
Si, nos cuesta escucharnos...
Si, te escucho hijo. Ya voy. A las 12 te toca tomar el antibiótico.
El 24 vence el Impuesto Inmobiliario.
El 26 Obras Sanitarias.
Tengo que recordar a mi hija que lleve la carpeta.
1981
Homenaje
Mi hermano pregunta: ¿Qué podremos como inscripción en la placa?.
Si por mi fuera, le diría que pongamos la verdad: bromeaba con los chicos y nos hacía trampas a los grandes.
Decía refranes con humor y se divertía aplicándolos a las situaciones más variadas. Tenía un repertorio de ellos que no eludía las malas palabras, y que Mario atesoraba.
Estaba aprendiendo a jugar truco y chin-chón con su nieto.
Miraba la telenovela de las nueve y suspiraba con los amores contrariados de Milagros y Catriel. Escuchaba en la radio los resultados del fútbol y seguía el lugar de Ñuls en la tabla de posiciones pero no miraba los partidos para cuidar su corazón.
Decía que había cosas que no podía entender, por ejemplo el atentado a AMIA.
Se cuestionaba Sarajevo y Ruanda y nos acosaba con preguntas que no le sabíamos responder.
Nos contaba los noticiosos aunque a veces se confundía Irak con Irán o Paquistán con Turquestán.
Miraba películas románticas, pero se ponía nerviosa con las escenas eróticas.
Era generosa hasta la exasperación y cuando tenía dinero en la mano se constituía en un verdadero peligro comprando regalos y trayendo cosas útiles e inútiles.
Era sincera hasta más allá de lo que podíamos sobrellevar, diciendo todo lo que se le ocurría sin pasarlo por la censura.
Y era de una fidelidad desmesurada que le hacía encontrar excusas para los que amaba, cualquiera hubiese sido la falta cometida.
Estaba convencida de muchas cosas y las defendía con pasión.
Se maquillaba y perfumaba a la mañana para estar bonita todo el día.
Verla con el espejito en la mano era como la garantía de que los planetas seguían en su órbita y la historia continuaba su curso. Alardeaba de los dos pretendientes que había tenido desde su viudez, uno en la cola del Banco y el otro en el cementerio mientras acomodaba las flores.
Chacoteaba con Oscar y con Jorge cuando le sugerían presentarle un viejito rico, a comisión, y con su cardiólogo que le recomendó encontrar un “usado en buen estado” antes de cerrar trato.
Declinó la propuesta del novio de su nieta cuando le planteó: ¡Abuela, qué rico cocina...cásese conmigo!.
Se ocupó de regalarle anillitos y dijes a todas sus hermanas cuando midió sus tiempos y sintió que le quedaba poco.
Me dijo a mí que tuviera coraje, que la vida es así.
Le quedó sin terminar la partida de chin-chón que había iniciado.
Sin ver el final de la telenovela de los horizontes expandidos.
Y sin escuchar el final de “Ilusiones”, de Richard Bach, que Pablo le leía por las noches.
Le quedó sin entregar el regalo del día del Niño a Micaela y a Iara.
Le faltó ir a comer a Capri en su cumple de septiembre. (Tenía dos cumple y los festejaba a los dos como buena tramposa).
Tal vez le faltó decirme algún secreto.
Y le faltó poder mirar los malvones rojos, y los blancos , y los de color salmón que están floreciendo en el patio, justo ahora, que se fue sigilosa. Sin tiempos de despedida.
Y a nosotros, no tan generosos, no tan sinceros, no tan leales y apasionados, sino medidos, cautos, discretos y respetuosos, no tan originales ni entusiastas sino convencionales, previsibles e incoloros nos dejó en el colmo del aburrimiento. Congelados en la añoranza de sus 86 años tan jóvenes y alegres. 1994
Cuento absurdo
De chica tenía tanta imaginación...
Pensaba ser partera, o aviadora, o actriz...
Pero, nunca supo muy bien como sucedió, se encontró con que en vez de la muñeca (era una pepona de trapo) tenía un bebé en serio entre los brazos. Un bebé que se agitaba y sonreía y balbuceaba...porque el tiempo había ido pasando...
Y entonces se encontró con la escoba en sus manos, y no se sabía quién tenía a quién, tan inseparables eran.
Si era ella la que tenía la escoba y la usaba como un bastón y un argumento para moverse en su vida, o era la escoba la que la tenía a ella y dirigía sus pasos.
Y claro, como tenía las manos ocupadas no podía acariciar a los chicos, o sostener el diario que solo podía leer de ojito, entre barrida y barrida.
Los otros seguían tirando cosas, bollitos de papel, o miguitas, o arena que ella barría interminablemente.
A veces le hablaban.
A veces seguían apurados porque tenían clases, o conferencias , o paseos.
A veces la miraban con simpatía.
Otras, ni advertían su presencia.
Alguna que otra vez se burlaban, solo un poco.
Ella seguía con su escoba –bastón barriendo y barriendo el mundo, desplazándose solo hasta donde su cansancio le permitía.
Y fantaseaba, porque la imaginación no la había perdido, que su escoba se tornaba mágica, y podía volar por los aires, montada en ella como en la escena final de “Milagro en Milán” sin sentirse una bruja.
O que podía trocarse en una varita como la de las hadas, con una estrella fulgurante en la punta, el grueso y áspero cabo de madera convertido en fino alambre de plata, y la paja desgastada y sucia en un chisporroteo como los fuegos artificiales que veía en Navidad.
Eran solo fantasías.
Porque aunque no había leído a Erika Jong, también tenía miedo de volar. Y aunque no había leído a García Márquez y su soledad de cien años, se le antojaba extraño perderse entre las nubes sin dejar razones.
Así que un buen día, llevando a cuestas solo miedos y extrañezas, debió hacer un gran esfuerzo para largarse a volar.
Y era tan hermoso, allá en lo alto, que pudo recitar un poema, y se parió a sí misma.
Los que la vieron pasar le dijeron escandalizados: irresponsable, irreverente e irrisoria. Le gritaron furiosos: irreductible, irrascible e irritante. También loca de mierda.
Ella, despojada al fin, libre al fin, voló.
1984
Elogio de la ambigüedad
Mi oficio es provocar espanto
cuando me parto el pecho
para arrancar de allí palabras
y ofrecerlas brillando
como guijarros, como mariposas
en la palma de la mano.
(Y esto aunque se trate
de palabras bellas)
Mi otro oficio
es permanecer quieta
para no ahuyentar los duendes,
(esos que se atreven
a danzar en la penumbra).
Mi única certeza
es que mentiré
si, en la oscuridad
antes de encender
la frágil luz
me preguntan
¿cómo estás?.
Y mi modo de ser
sin duda es el silencio,
cuando no está.
Cuando le tragó por entero
el humo, el vino o la distancia.
1990