3 dic 2020

ENSEÑANZAS Y APRENDIZAJES

             Inés me enseñó qué importante es la falta de resonancia en lo erótico en la pareja, y como su falta no puede ser compensada. Por José supe que en el encuentro amoroso la exploración puede empezar donde otras culminan: en el despliegue de la sexualidad que dará indicadores respecto a la importancia que tendrá ese encuentro en el futuro. De Andrea aprendí que la conyugalidad puede no ser la forma de realización que se anhela, sino los encuentros acotados a un tiempo, sin la expectativa de vivir una historia prolongada. De Cecilia que los hijos pueden ser sentidos como propiedad sobre la que se ejerce un dominio y que eso es cruel y poder verlo fue un golpe al narcisismo de quienes quisismos creer en la pura generosidad  de la tarea. De Susana que hay diferentes formas de fraternidad no determinadas por el vínculo de sangre, lo supo cuando escuchó que el mayor de sus hijos llamaba hermano al hijo de la nueva esposa de su padre y no al hijo de ella y su nueva pareja que era su medio hermano.
 Así erotismo, conyugalidad, maternidad, paternidadad y fraternidades se salían de los casilleros prescriptos para que me viera en la necesidad de pensar estas nuevas formas que la clínica acercaba a través de las consultas. Estos desafíos de las nuevas formas que adoptan los vínculos y los afectos a las formas convencionales de pensar el amor, la familia y sus conflictivas me pusieron en el renovado esfuerzo de encontrar respuestas a la tarea de trabajar y ¿por qué no? también de vivir.
 
He escuchado a pacientes que prevalentemente dicen "Sí" y que toman lo que el terapéuta propone como eje de reflexión, y he acompañado a pacientes que dicen casi siempre "No" a lo sugerido y eligen transitar sus propios circuitos, pero que requieren del interlocutor testigo para llegar a sus propias conclusiones.
He registrado el efecto inmovilizador de las grandes hecatombes, que producen una parálisis y que requieren de tiempo y tolerancia para poder ser nombradas primero y procesadas después. Que producen una parálisis y un mutismo en que es imposible casi todo esfuerzo. Y ellos me han enseñado el sentido y utilidad de respetar los estilos y modalidades personales que no resulta violentar.
También me han dado la atinada descripción de esa angustia  como la de "un visitante que llega y no se va, que se instala en tu casa y en tu vida y no te deja libre. Se queda agazapado y puede volver a ocupar el centro de atención."
Las enseñanzas que ellas/os me transmitieron tienen que ver con la clínica, pero creo que fundamentalment tienen que ver con la vida, desde una sabiduría que podía alcanzar toda la profundidad y referirse a todos los tópicos.
Así pude saber de los réditos de un valor genuino cuando como en Tere, le permitio plantarse frente al espejo después de las mastectomía para decirse/me: -Voy a mirarme y mirarme hasta que me acostumbre a verme, porque tengo que vivir con esto.
O a Silvina: -No es un hijo de puta, es un infantil de mierda, así que debo decidir qué hacer.
Muchas veces me pregunté si seríamos capaces los/as terapeutas de manejarnos con tal valentía y con tal sensatez.

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