Un secreto 2 abordajes. El telescopaje. (1) María del Carmen Marini C.E.I.M. (UNR)
Este trabajo narra las reflexiones surgidas de un propósito: el de vincular un film (basado en el libro homónimo), y un ensayo psicoanalítico, que refiere experiencias clínicas, y en tal sentido tiene un sesgo testimonial. El libro: “Esos padres que viven a través de mí. La violencia de Estado y sus secuelas” de Yolanda Gampel, Paidos, 2006.
El film (que toma como base la novela autobiográfica de Philippe Grimbert “Un secreto”) plantea los efectos en un niño, del ocultamiento de la existencia en la vida de su padre de una esposa y un hijo muertos en Auswichtz, y antes de su nacimiento. Describe los esfuerzos del niño para convivir y desentrañar eso silenciado pero presente.
Es la contratapa del libro de Yolanda Gampel esta planteada una convicción: “La Shoa ha suspendido el significado de nuestra historia. Sus efectos se revelan a largo plazo, diseminadas en el espacio y a través del tiempo, como “restos radiactivos” en la intersección entre presente y pasado, entre la presencia y la ausencia.
Ese acontecimiento devastador es en realidad, el paradigma de todas las violencias sociales, de las tiranías destructoras y del terror, y una de las tareas insoslayables del psicoanálisis es ofrecer las vías más adecuadas para que vivencias de esa naturaleza alcancen la representación, es decir la simbolización a través de palabras o imágenes. De lo contrario, las secuelas no dejan de multiplicarse…”
En el desarrollo del libro de Yolanda Gampel se describen situaciones equivalentes a la narrada en la autobiografía de Philippe Grimbert. Esto es, de casos en que se ha mantenido en el ocultamiento la existencia de esposa e hijos muertos durante la Shoa, como hechos difíciles de nombrar y asumir, por la carga que implican. Me convocó así a establecer relaciones entre situaciones llegadas a la consulta mencionadas en el libro de Y.G.de un lado, y del otro, la narración, en primera persona y a través de la literatura, de uno de esos dramas, el de P.G..
Pero, si bien mi propósito es iluminar la comprensión de “Un secreto” (novela y film), a la luz de los conceptos del libro de Yolanda Gampel, no es posible un nexo puntual entre la autobiografía y las conceptualizaciones y referencias clínicas. En “Un secreto” de P.G. hay una suma de tragedias. Se agrega al drama sociohistórico, la particular situación familiar. En el texto de Y.G. en cambio, lo que prevalece áspero y desnudo, sin contaminación posible y desde casos testimoniales, es el drama de la Shoa: puro, duro y sin ambagues.
Referiré de que manera, las reflexiones psicoanalíticas de Y.G., me llevaron a repensar la anécdota de “Un secreto”, en el intento de abundar en búsquedas de sentido, que enriquecieran la comprensión y le dieran profundidad.
El film
Un secreto se basa en una novela autobiográfica de Philippe Grimbert, que Claude Miller dirigió en cine. Recorre tres períodos en la vida de los protagonistas: (1936, 1955 y 1985). La acción se desarrolla entre estas tres épocas. Relata la historia de una familia judía en Francia a lo largo de más de 30 años, en un período que comprende el antes, durante y después del nazismo. El secreto se refiere al intento de ocultar al protagonista, Francoise (¿Philippe?) la existencia de un pasado bajo la sombra de Auschwitz. Al drama de la guerra se superpone el drama familiar.
La inclusión de documentales de la época, titulares de periódicos, fragmentos de discursos por la radio tiene el mérito de crear el clima denso y amenazante, del que son testigos los protagonistas. También reflejará las decisiones posteriores como cambios en el apellido y bautizar como católico a Francoise, como resonancias de la tragedia de la persecución nazi.
Escenas y frases significativas. Aportes de Yolanda Gampel.
En una primera escena del pasado, Francoise, el protagonista, se mira en un espejo nublado (¿metáfora de su incertidumbre?) antes de salir del vestuario de un club. Va a la piscina con su madre (Tania), pero otro niño lo salpica al entrar y él se retira de inmediato, caminando muy inhibido e inseguro, en busca de Tania.
En la escena siguiente, en el presente, otro niño camina exactamente con la misma actitud vacilante. Es un paciente, muchos años después, entrando a su consultorio. Francoise es psicoanalista. Aguda manera de ilustrar similitudes a través de los gestos inhibidos de ambos niños.
En ese momento, por una llamada telefónica es convocado para viajar al lugar donde viven sus padres. Maxime, su padre, ha entrado en crisis, tras un accidente que costó la vida de su perro. (1985)
Durante el viaje, Francoise, en su rol de adulto interpretado por Mathieu Amalric, inicia la rememoración de su historia.
“Era hijo único, pero tenía un hermano” “Yo caminaba a la sombra de mi hermano fantasma” Hermano gimnasta, como su padre, presente en sus sueños y a veces alucinado. Hermano fuerte que contrastaba con su fragilidad.
Ese hermano intuido, imaginado, formaba parte de sus juegos infantiles como alguien con presencia en su vida, pese a la desmentida de los padres, su negación de poner palabras al secreto.
Estos juegos insistentes reiterados, expresaban la necesidad de develar lo enigmático. En este caso, si bien la situación de ocultamiento es la que detona el malestar del protagonista, puede aplicarse, con cautela lo que Yolanda Gampel interpreta:
…la repetición en el juego resulta indispensable, porque permite el contacto con ciertos aspectos de uno mismo que han sido reprimidos, negados, olvidados y se volvieron en cierta forma ausentes. Esos aspectos están relacionados con momentos traumáticos de inmenso desamparo. Al mismo tiempo, esa repetición puede aparecer como una chispa de algo que permaneció vivo, que quiere brotar, y que pide la “verdadera “ respuesta. (25)
Cuando los padres son incapaces de cumplir una función reflexiva y transformadora, el niño no puede reunir ni ordenar los datos perceptivos y cognitivos para enfrentar el mundo. Entonces su conciencia rudimentaria lo lleva a tomar sobre si la tarea que los padres no pueden asumir, se ve impulsado a hacerse cargo del sufrimiento de sus padres, viviéndolo en forma fantasmática. En efecto, frente al vacío psíquico y la ausencia de palabras significativas sobre el sufrimiento, crea por sí mismo contenidos parcelados, fragmentarios, y se los apropia. De este modo se introduce en la constelación traumática de los padres, (26)
En la adolescencia, otra vez frente al espejo nublado del vestuario, un joven Francoise continúa como portador de esa intranquilidad que lo acompaña desde niño. Pero ha de estallar la pregunta acallada tanto tiempo, y ha de estallar violentamente.
A los 15 años, Francoise en la escuela, mientras se proyecta un documental sobre los campos de concentración, asalta a un compañero que se burlaba, lo derrumba y lo toma a puñetazos en una explosión incontenible.
Vuelve a su casa golpeado y taciturno, y Louise, (el rol lo juega Julie Depardieu), una vecina que lo asistía como fisioterapeuta desde que era pequeño y que lo ve desbordado de angustia en esa oportunidad, va a ser la que le provea la información oculta.
Justamente P.G. va a señalar el momento más significativo en la historia “La secuencia de la pelea (donde golpea al compañero que se burla del film documental sobre los campos de concentración y exterminio) es un momento trascendente de la existencia, sin el cual hubiera quedado del lado de los que callan o ríen”.
Puede pensarse, a través de Y.G. el rol jugado por Louise desde quien va a posibilitar un proceso.
El concepto de “metabolon” señala la importancia de la presencia de un tercero –madre, terapeuta, contexto- que permita la transformación de los aspectos más extraños y más terribles en fuerzas de crecimiento psíquico. En este sentido Frances Tustin explica:”El metabolon” es importante para asimilar esos estados pasionales y permitir un desarrollo psicológico apropiado y enriquecido, Está vinculado a la asimilación y la adaptación, al cambio. Está vinculado a la aceptación. (72)
En el film: Louise, (¿metabolon?) (¿denunciadora del telescopaje?) pasadora de la necesaria información, permite que Francoise deje de estar agobiado por el secreto y al apropiárselo deje de estar a merced del enigma.
Francoise puede entonces reflexionar: “Louise me contó lo que siempre había sabido”. “Había otra mujer y otro niño”. (Hanna y Simón) “Los habían borrado del mundo de los muertos y de los vivos”.
Aporta en ese sentido Y.G.
Las diferentes conceptualizaciones relativas a la identificación se insertan en carencias que existen en la generación anterior, en duelos interminables, secretos de familia, traumas individuales y colectivos. Judith Kestenberg describe un mecanismo que va más allá de la identificación y que llama “trasposición al mundo del pasado”. Esta expresión fue inspirada por la escucha, en el marco terapéutico, de los gritos angustiados de los hijos de sobrevivientes que no podían evitar vivir “en el pasado” y contenían dentro de ellos a los muertos. La “trasposición” al pasado de los padres no debe confundirse con la “identificación” con el pasado de los padres. Esta “trasposición” de la segunda generación se realiza como “salvaguardia” de los seres queridos que los padres perdieron para siempre durante la Shoa. El niño de la segunda generación penetra en la atmósfera del pasado, desciende al infierno de la Shoa y cumple el papel de los diferentes miembros de la familia desaparecida. Vive así en forma inconsciente la ilusión de que está preservando a sus padres de enfrentarse con su pérdida irreparable, haciendo el trabajo de duelo en su lugar. J. Kestenberg habla en este sentido de un “tiempo superpuesto” como un “túnel del tiempo”, en el que a la coexistencia de dos realidades se agrega una actualización artificial. (61)
La reconstrucción en esa etapa permite conocer datos sobre ese primer matrimonio del padre, Maxime, interpretado por Patrick Bruel. El día de su boda con Hanna (Ludivine Sagnier) y en esa celebración precisamente, conoce al Tania (Cécile De France), de quien habrá de apasionarse. (Tania es la esposa del hermano de Hanna) (1936)
Su casamiento con Hanna y el nacimiento de Simón, se despliega simultáneamente al surgimiento del nazismo . Pero simultáneamente a la situación de la guerra en Europa se insinúa este drama familiar (con la atracción entre Maxime y Tania), advertido por Hanna, que va a precipitar la tragedia.
Maxime busca un refugio en el campo, para la familia, mientras están separados, desde París Hanna escribe: “Maxime, mi hombre, te extraño. Eres mi vida”.
Pero también antes de partir a su encuentro, y sabiendo que a dicho refugio también ha viajado y ya ha llegado Tania, se dice: “Ya todos están allí”
Maxime, que había dicho de Hanna el día de su boda: “Es solo una bella mujer que me dará muchos hijos”, por contraste se reconoce en el otro vínculo como capturado por la presencia de Tania en su vida: Patrick Bruel, que juega el rol dice: “Tania no me deja pensar, no me deja trabajar, no me deja respirar, es un amor loco”, a través de una entrevista donde expresa como siente su personaje.
Las protagonistas de la historia dan cuenta de las diferentes facetas de lo femenino en cuanto que Hanna centra su identidad en sus vínculos de esposa y madre. En una clásica escisión, Tania es la mujer independiente y exitosa que suscita la pasión libidinal. Y Louise, tercera como personaje femenino, será la que al revelar el secreto, permitirá que Francoise salga del enigma que lo atormentaba.
Puede concebirse una contradicción en las mujeres en donde coexisten los viejos mandatos con una necesidad de “ser sujetos activos de su destino”, más visible en Tania, en tanto que en Hanna se da lo que Irene Meler plantea como: “..por su dependencia del deseo del otro, se deseo de ser, entra en contradicción con su deseo de ser amada”- Esta dependencia afectiva que forma parte importante de la subjetividad femenina le resulta aniquiladora.
Inés Castro señala los deslizamientos ideológicos que aún edifican la identidad femenina ligadas a la maternidad y la pasividad y obstaculizan el acceso a otros aspectos que son base de la autonomía, autonomía visiblemente ausente en Hanna. ¿Aspectos más presentes en Tania?
A su vez, Claude Miller refiere : Es una historia de amor de la clase media sobre la que caerá la catástrofe de un amor loco y a la que se sumará la catástrofe de la guerra.
Infancia difícil la de Francoise, sus padres vivieron una culpa que él percibía. Para el director del film “La escena más difícil: la del gesto suicida de Hanna. Es una Medea. Exige una dureza, frialdad, severidad”. C.M. reconoce su involucramiento en la tensión que requirió filmarla.
La actriz que la interpreta Ludivine Sagnier, dice de su personaje: “Cuando me enveneno soy incontrolable. Tomaré la delantera en el drama y actuaré como se actúa en una tragedia. Lo que manda son las tripas, y hago lo posible por desaparecer de la vida de Maxime y Tania”.
As í a dos kilómetros de cruzar la línea que los pondría a salvo, ante una requisitoria de la policía, Hanna en lugar de mostrar el falso nuevo documento, presenta su viejo en donde consta su condición de judía. Opta por la muerte para ella y su hijo.
Desaparecidos Hanna y Simón, la relación entre Maxime y Tania se despliega, no sin conflicto, por el enigma de la decisión de Hanna, y la culpa consecuente.
A su vez la intérprete de Tania, Cécile De France, formula: “Es la historia de conflictos, contradicciones. No es gente mala. No es lineal, sino con meandros… “
Esa es la historia que Francoise conoce a través Louise, que le permite decir: “Ahora que podía nombrarlos, los fantasmas me dejaron tranquilo”.(1955)
Y más tarde: Los fantasmas se volvieron mis amigos, y mis aliados con mis pacientes en su noche
Francoise encuentra a su padre (abatido por la muerte de su perro) como si todos los duelos se hubieran superpuesto.(¿La sombra de todos los objetos perdidos cayendo sobre el yo?) Le relata a su padre que pudo investigar y conocer el destino de Hanna y Simón, a través de un escritor que prepara un libro sobre los niños deportados. Así la información transmitida por Francoise intenta desculpabilizar a Maxime. El protagonista puede decir al fin: “Esperaba haber liberado a mi padre de su secreto”.
Un secreto que signó su vida y la de su hijo. Hijo que refiere que tiempo después, su madre que fuera bella y fuerte, quedó sin poder caminar ni hablar. Que el padre intentó acompañar esa etapa. Pero que al fin, decidió terminar con la vida de los dos.
Como absurda simetría en las decisiones que años atrás llevaran a la muerte a Hanna y Simón. Muerte por la que se opta, en ambos casos, cuando la vida se hace imposible de sobrellevar.
El epílogo da cuenta de que su decisión de escribir la historia se impuso años después, al encontrar medio oculto en la maleza, el cementerio de perros cuidado por la hija de Laval, el presidente de Francia que decidió la deportación y muerte de judíos. La voz que lee los nombres en las placas de los perros enterrados, continua leyendo otros nombres. Los nombres de los judíos asesinados, inscriptos en el monumento al Holocausto.
Bibliografía
Gampel Y.: “Esos padres que viven a través de mí. La violencia de Estado y sus secuelas”. Paidos,Bs. As., 2006.
Grimbert P.: “Un secreto”. Tusquet, Bs. As.,2007
Meler I.: Identidad de género y Criterios de salud mental, en “Estudios sobre subjetividad femenina. Mujeres y salud mental” en Grupo Editor Latinoamericano, Bs As, 1987
Castro Inés: Psicoterapia de mujeres. Algunos aspectos relevantes, en en “Estudios sobre subjetividad femenina. Mujeres y salud mental” en Grupo Editor Latinoamericano, Bs As, 1987
Ana María Fernandez: La mujer de la ilusión. Paidos, Bs As. 1994
Héctor Bonaparte: Mujeres y varones frente al sistema patriarcal, Homo Sapiens, Rosario, 1997
Telescopaje: Mecanismo psíquico por el cual se produce un fenómeno transgeneracional, en que inconcientemente se transmiten de una generación a otra, los traumatismos producidos por la violencia social
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