22 dic 2020

Ignotos versus notables: Nicolás Prividera, Albertina Carri. “M” vs “Los rubios”

 Entre los hijos e hijas de militantes desaparecidos hay confrontaciones que cabe escuchar.
 
Nicolás Prividera tenía seis años cuando su madre, Marta Sierra fue secuestrada. En el documental “M” (¿Marta, mamá, Montoneros?) Prividera da cuenta de la investigación por la que trató de despejar interrogantes. En las entrevistas a los compañeros de su madre se encontró con la sensación de que esos compañeros que lo abrazaban como si lo conocieran, en realidad estaban abrazando una ausencia.
Los testimonio crean un rompecabezas confuso respecto a quién era su madre.
Dice:
“Hay una forma discursiva que repite los 70, están los que reniegan de la historia …,hay otros que tienen una incapacidad para revisar esa historia. Y están aquellos militantes que sin renegar de su historia, pueden tener una mirada crítica y hacerse cargo de todo lo que pasó en ese tiempo… “M” habla de la culpa colectiva…hay algo de duelo, frente a la imposibilidad de tener una tumba, con tener algo que represente  la tumba…Cada uno hace su duelo como puede. Se hace una especie de duelo sustituto, vicario, al intentar saber más, seguir revolviendo este cajón, dejarlo abierto para que siempre quede algo por descubrir, por investigar”. (18)
Su película expresa una tensión entre la memoria personal y la reconstrucción de la memoria social, al intentar aclarar los vínculos entre ambas.
Señala la diferencia con la película de Albertina Carri, también hija de militantes, poniendo el acento en que en “Los Rubios”, ella no tuvo necesidad de reconstruir la historia ligándola como él, porque señala, al ser hija de conocidos militantes, esa historia siempre estuvo formando parte de su vida. Señala que el caso de su madre, militante de base, fue más ambiguo e ignorado.
 
Albertina Carri, publicó el libro “Los rubios, cartografía de una película”, posteriormente al film.
Fue hija de Roberto Carri y Ana María Caruso desaparecidos en 1977.
En la entrevista efectuada por María Moreno, hace referencia irritada a los dichos de Prividera.
“Me pareció una postura muy miserable salir a decir algo así como que yo tenía una historia. Si a los cuatro años te matan a tus padres ¿vos tenés una historia? Mientras su madre era una “perejil” yo venía de dirigentes importantes. Es como su fuéramos enfermos terminales compitiendo para ver quién está peor.”
En su libro escribe: “Yo, Albertina Carri, estoy en un llano: tengo destellos de imágenes, sonidos apenas audibles, ínfimos recuerdos, anécdotas que no sé hasta qué punto son reales. Todo es un gran vahido, una mezcla de ficción y realidad. Por eso se que a esta altura yo misma soy una marca en relación a mí, las heridas ya no son identificables, son parte de un todo constituido en la identidad” (19)
 
Albertina se pregunta por las marcas que dejó la violencia en su vida. No hay investigación que alcance  para imaginar a sus padres, frente a la radicalidad y profundidad de la ausencia. Ni registrar la huella de sus vidas en la de ella.
 
Coincide con Prividera en que el trabajo de filmar desplaza (¿sustituye? ¿completa?) el trabajo de duelo.

 

18- Mariano Kairuz: “La pesquisa”, Pág. 12, 18 de marzo de2007
19- Maria Moreno: “El libro de esa”, Pág. 12, 23 de marzo de 2007

 

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