Marta Dillon pregunta, escucha y escribe: Calveiro le explica por qué propone lo que ella misma denomina un “autoescrache a la militancia”.
“-La conciencia de pérdida del proyecto político era motivo de diálogo entre militantes? Interroga, y Calveiro responde:
-Claro que sí, el diálogo y el desacuerdo, pero lo que no había era posibilidad de canalizar el desacuerdo porque esto estaba fuertemente penalizado, entonces no había forma de constituir el desacuerdo en una línea de disidencia que pudiera cambiar las cosas.
Entonces la reflexión que surge en Marta es:
-Eso es lo desolador, entonces, al menos desde la mirada subjetiva de quien esto escribe, y que no se ha permitido la duda jamás sobre la validez de aquel proyecto político que tomaría al cielo por asalto y en el que quedó desaparecido el cuerpo de su madre.” (16)
16 Marta Dillon: “Hay que romper el disimulo de la militancia”. Pág. 12. 2 de octubre de 2005
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