22 dic 2020

Los otros Matías

 Por Andrea Homene  Psicología de Página 12 del 7 del 10 del 10
“A Matías Berardi lo asesinaron, el martes de la semana pasada, según dicen hasta el momento los investigadores, los miembros de una familia que lo habían secuestrado para pedir 500 pesos de rescate: atrocidad injustificable que merece la más enérgica condena. Pero no fueron sólo ellos quienes terminaron con la vida de este chico de 16 años. A Matías lo asesinaron los vecinos, que lo vieron correr desesperado pidiendo ayuda pero, como era perseguido por otras personas que gritaban que les había robado (luego se sabría que eran sus secuestradores), no intervinieron para asistirlo.
Matías murió por ser un adolescente. Cargó, por un instante breve y fatal de su vida, con el estigma que cargan miles de adolescentes como él, que continuamente son agredidos, despreciados, maltratados, humillados, por los buenos ciudadanos que pagan sus impuestos y que reclaman airadamente bajar la edad de imputabilidad, endurecer las condenas (como si ser un adolescente de clase baja sin futuro ni ilusiones no fuera condena suficiente), que no salgan nunca más de la cárcel.
Existe otro Matías. Lo conozco. Está cumpliendo una probation. No vive en un barrio privado, no juega rugby, no asiste a un colegio bilingüe. Es morocho. Todos los días sale a vender productos de limpieza por la calle. Y casi todos los días la policía lo para, lo obliga a ponerse contra la pared, le hace abrir las piernas, someterse a la requisa, abrir su mochila, dejar caer su mercadería, soportar que se la pateen y juntar lo que queda de ella sin decir una sola palabra, porque, al menor atisbo de protesta por el atropello, pueden llevarlo a la comisaría por “resistencia a la autoridad”. Cualquier conflicto le haría perder la probation y podría derivar en su detención. El sabe que no puede reaccionar ante el funcionario policial; no puede defender su derecho a querer darle un curso diferente a su vida, a ganar honestamente el sustento de su familia. Debe callar y juntar del piso su mercadería pisoteada.”
Estoy leyendo a Andrea Homene y me perturba.
Pienso en este Matías que no habita un country sino que tal vez vive en una villa, que apenas estará escolarizado, que no juega rugby sino a veces un picadito en el potrero y que es definitivamente morocho, posiblemente flaco, quien sabe si desnutrido y en desventaja ante los desafíos de vivir en una sociedad que no se la hace fácil a nadie, pero que es más cruel, impaciente, intolerante y despiadada con algunos.
Sociedad partida entre los que abroquelados en el miedo piden condenas más severas, cárceles más rigurosas, cuando no: penas de muerte y los que desde abajo ven perdidas la dignidad y las esperanzas.
Y sigo con Jose Pablo Feinmann
Contratapa de Página 12, domingo 10 del 10 del 10
“...Fernández Retamar hace una interesante interpretación. Para él, afirma, no corresponde llamar a Europa y a EE.UU. países desarrollados, sino que él preferiría llamarlos países subdesarrollantes. Bueno, son las dos cosas, son países desarrollados porque a la vez son subdesarrollantes. Todo colonizador, el proyecto de todo colonizador, es subdesarrollante, porque el proyecto del colonialismo es lograr su propio desarrollo por medio del saqueo de la colonia. Y el saqueo de la colonia implica el subdesarrollo de la misma. Entonces todo país desarrollado se ha hecho a partir de un subdesarrollamiento del país colonial, del país sometido. En suma, hay países desarrollados porque los países desarrollados realizan una práctica subdesarrollante, que es la práctica colonizadora. Y esta práctica el capitalismo la realiza desde 1492, cuando Colón llegó a América para practicar la práctica subdesarrollante de los países de Europa, de los imperios colonialistas europeos.”
Leo a José Pablo Feinmann  y por algo lo enlazo al artículo de Andrea.
Como si juntos compusieran un mosaico en donde escandalosamente se expresara el diseño de la injusticia. De las injusticias.
Como si un hilo invisible enlazara las dos problemáticas; la de nuestra sociedad en donde porque hay privilegiados hay despojados,  porque hay despilfarros obscenos hay miserias aterradoras y porque hay cegueras egoístas, hay también desesperanzas que se precipitan en la hostilidad irracional contra cualquiera. Por ejemplo contra algún Matías.
Y la problemática macro en donde para que haya un primer mundo es precisa la explotación inmisericorde de un tercero y un cuarto, proveedor de mano de obra esclava, de carne humana de niños y niñas para la prostitución y. de poblaciones indefensas para conejillos de Indias para la experimentación pseudo científica
 

Respecto a la última vale esta noticia también del domingo 10

EXPERIMENTOS
Guatemala confirmó ayer que EE.UU. envió el primer documento que prueba que en los años cuarenta 1500 guatemaltecos fueron deliberadamente contagiados de enfermedades venéreas, como parte de un experimento para probar antibióticos. El documento viene del Centro de Control y Prevención de Enfermedades y se relaciona con inoculaciones realizadas entre 1946 y 1948. El escándalo comenzó cuando se descubrieron las pruebas en el archivo del médico John Cutler, que dirigió los experimentos.
 
Así las cosas, queda el sentimiento de inadecuación  en un mundo en que resulta un desafío poder pensar, un riesgo querer sentir y una quijotada pretender  sentar posición. Sobre todo para quienes caminamos la estrecha cornisa de los que están  como diría Galeano “entre los que tienen miedo y los que tienen hambre”. Clase media (medio boluda diría Mafalda), consciente de las injusticias, buscando caminos donde se levantan muros y preguntándose qué clase de lucha cabe sostener en este manicomio tridimensional.


No hay comentarios:

Publicar un comentario